Difíciles decisiones

Jack Bowel ahora es Fiscal del Estado. Su puesto requiere de mucho temple y determinación. Y eso a él es algo que le sobra. Cuando descubre quién es su compañero, lo acosa exigiendo su sumisión. Jack es arrogante y lucha por lo que quiere, y el detective de policía William Bremen sin duda está en lo más alto de su lista de deseos. William vive en un mundo de pesadillas donde la culpa lo carcome día a día. Sin amigos, sin pareja y sin un futuro por delante, cuando conoce a Jack su mundo se pone de cabeza. Su cuerpo desea al fiscal desesperadamente, pero su mente grita que debe alejarse del enigmático hombre que quiere dominarlo y digitar su vida. Él se había jurado que nunca dejaría que otro le dijera qué tenía que hacer, pero cuando es reclamado por el zorro debe luchar con uñas y dientes para poder conservar su individualidad, provocando grietas en su relación. La unión entre estos dos hombres, fogosos y necesitados de amor, no será fácil, y más cuando deben enfrentarse a sus propios demonios para poder llevar una vida juntos. ¿El amor será suficiente o sus diferencias serán tan insondables que los separarán para siempre?